martes, 18 de octubre de 2016

Castillos de arena



Durante la primera semana de octubre celebramos en el colegio su aniversario n° 70. Fue muy divertido y emocionante... pude comprobar cómo los niños y jóvenes se organizan, trabajan duro y logran grandes resultados si es que se motivan y creen en lo que están realizando. Creo que cada una de las actividades que el Centro de Alumnos llevó a cabo fue un claro testimonio de que es la motivación el principal impulso para lograr cualquier proyecto...
Y bueno, una de las actividades que a mí personalmente más me gustó fue la creación de castillos de arena en la playa. Mientras observaba a los estudiantes construir un caballo, un templo samurái o grandes ciudadelas, no dejaba de pensar en lo que significa poner tanto empeño en algo tan efímero.
Ese día la marea estaba muy alta, tanto que tuvimos que suspender la construcción de castillos de los más pequeños por temor a que algún distraído fuera revolcado por las monstruosas olas de la playa de Zapallar. Aún así, los jóvenes se esmeraron, se organizaron y lograron maravillas.
¿Qué nos hace construir castillos de arena? ¿Nos produce algún placer el hecho de saber que no permanecerán allí más que un breve instante? Pienso que esa es la belleza que buscamos, aquella que no presta más utilidad que la breve contemplación; aquella que no busca utilidad alguna; aquella que trabaja por el amor a la belleza sin ningún otro interés. Esto representaron los castillos de arena para mí, y es por eso que los guardaré en mi corazón.


No hay comentarios:

Publicar un comentario