A pesar de lo anterior, cada vez que veo -o participo en- un desfile de ciudadanos (civiles) me pregunto ¿por qué lo hacemos? ¿qué significa esta práctica cultural hoy en día en comunidades pequeñas, como por ejemplo, Zapallar?
Esta semana observé atentamente los preparativos del desfile; vi cómo todos se preocupaban de andar limpios y ordenados; de caminar alineados; de seguir las instrucciones... también observé cómo se plasmaba el orgullo de pertenecer a la comunidad zapallarina; cómo cada participante lucía "con el pecho inflado" su sentido de pertenencia a alguno de los grupos que conforman socialmente nuestra comuna.
Es interesante sentir el ambiente de un desfile...ver lucirse a los jardines infantiles; a los colegios; a los clubes deportivos (me encantó ver desfilar a los surfistas con sus tablas); a las agrupaciones de adultos mayores; etc. Todos y cada uno de ellos orgullosos caminando por una alfombra roja hecha de comunidad, integración y amistad.
Es por ello que la fecha que conmemoramos me parece más una excusa para recordarnos a nosotros mismos que vivimos en sociedad... que es importante reconocerse y validarse... que más que honrar a la armada o a Arturo Prat, lo que en realidad hacemos es darnos un permiso para mirar a nuestra gente, para honrar su trabajo y su contribución a nuestra comunidad.
... Y eso... bien merece desfilarse... ¿no creen?
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